miércoles, 3 de noviembre de 2010


Quedamos en encontrarnos con Haydee en La Farola de San Isidro.
Camino hacia allí, especulaba con que información darle, y cual no.
Ella, había recalcado que no quería gente que viva de manera permanente. A lo que yo respondí con firmeza, que yo solo quería la casa para pasar los fines de semana con mi familia, y que si alguna vez veía otras personas, era porque compartiría mi casa con mis hermanos. (Los PELS)

Lo mas fácil fue reconocer a Haydee en el restaurante.

Una señora de mas de setenta anos, de pelo rubio y muy bien acomodado.
Aros que mi capacidad de observación, solo puede calificarlos de.. aros.
Un café con leche humeante, y un plato con tostadas tocando un recipiente con mermelada.

- Haydee? - pregunte. Y ella con otra pregunta contesto: - Agustín?




Habíamos alquilado esa casa.
Tan particular. De bella asimetría.
Dos habitaciones. Una cama de dos plazas, dos de una.
Una cocina con heladera, y un micro living.

Allí grabaríamos nuestro segundo disco.


* Fragmentos de las "Crónicas de un alquiler isleño"

No hay comentarios: